Monday, January 22, 2007

Extemporanea: Los soñadores

Parece que Los Soñadores de Bertolucci han conmovido a todo mundo. Parece que la marea de deseo toca a todos los espectadores. Y parece que a Bertolucci puede permitírsele todo, excepto falta de sentido, falta de visión. Bien, yo creo que algo de eso ocurre en este filme. Pero hay que ir con mucho cuidado:

1. Bertolucci no es un nuevo autor que quiere bautizar su cine en un ambiente posmoderno: es un veterano director que nos ha dado obras como La estrategia de la araña, El Último Tango, La luna, La tragedia de un hombre ridículo, El Último emperador, The Sheltering Sky o El conformista. Esto es muy importante para lo que voy a decir, especialmente en lo que concierne a El Último Tango, La luna y El conformista. El cineasta ha dado las claves de su parecer respecto de ciertos temas, los más queridos por el autor, el deseo, el sexo y el compromiso. Ha dado su interpretación en El conformista, por ejemplo, de la decadencia política ligada a la decadencia moral y subjetiva. Y lo ha hecho probablemente mejor que ningún otro cineasta. Ha dado con las claves de la degradación moral, de la enajenación en un mundo sin amor en El Último Tango, y ha navegado en las aguas procelosas del deseo incestuoso en La luna. Todo esto ha hecho Bertolucci.

2. Si todo lo anterior es cierto, si observamos uno de sus filmes con una perspectiva de conjunto, percibimos que hay cosas que ya se dijeron, que fueron mejor dichas, que no tienen por qué repetirse, en definitiva, que si se retoman son una revisión de su cine. ¿Hay algo de malo en esto? Supongo que no, si contribuye a robustecer el cuerpo de sus obsesiones personales como realizador, si suma elementos a su obra creativa. Los soñadores es una clave conocida en Bertolucci, principalmente para quien ha visto La luna, Último Tango y El conformista. ¿Qué de lo que se repite en Los soñadores, no se ha dicho antes y mejor en El conformista? Nada, diría yo.

3. Para un realizador como este, que ya escandalizó las conciencias con El último tango y sus cadavéricas imágenes decadentistas, la apuesta por la provocación moral ya no es el único recurso. Para un público como el de hoy, que lo ha visto todo en filmes actuales y pasados, el peso moral de que la sangre se derrame de la entrepierna de la virgen y se la pasen por la cara, no dice nada, solo intenta escandalizar. ¿A quién? ¿A los que ya fueron tocados por La luna o el Último Tango? Los soñadores funcionan de modo muy diferente como una película solo que en el marco del cine de Bertolucci.

4. La situación. Hábilmente situada en la atmósfera de mayo del 68, Los soñadores, tiende un trasfondo político, como llamarlo, bastante revisionista. Sabe Dios que estoy muy lejos de fantasías revolucionarias e incandescencia rebelde, pero al parecer hoy en día está muy en boga revisar la conciencia de la década del 60. Es cierto que gran parte de la rebeldía francesa fue de divine gauche, de una izquierda de salón y café. Pero NO TODA la izquierda maoísta fue una izquierda divina, una izquierda de compromiso de boca. En la película parece que el conflicto interior, subjetivo de los protagonistas, rebasara su condición para mover la historia. Y eso que funciona como una sospecha en otros autores, el hecho de que mayo del 68 fuese conmovido por irresponsables superficiales mutilados en sus vidas personales o abrumados en su subjetividad, aparece como incontrovertible en la cinta. Precisamente en la escena final cuando el hermano echa por la borda un pacifismo que nunca tuvo y se lanza a la lucha violenta, igual de irresponsable que su lucha personal. Pero en realidad, ¿sucedieron las cosas así o el director exagera y pretende darnos una imagen desencantada (ay, la moda de los tiempos) de lo que ocurrió? Ni lo uno ni lo otro pero la mirada del director es tajante, sin lugar a la duda o a la reflexión. Que fueron unos jóvenes idealistas y aun irresponsables, lo sabíamos. Que todos lo fueron o lo fueron por solo estas causas, es lo que el director no se ha detenido a dudar. Hasta una imagen maniquea cabe: la del joven e idealista norteamericano que choca con toda la realidad espuria de la pareja incestuosa.

5. El incesto es tratado sin ninguna sutileza, como si se tratase de nuevo de provocar. Un director que ya lo contó todo desembozadamente sin problema podría dar lugar a imágenes más sugerentes. Y no es que me escandalice, pero, ¡por Dios! si vimos antes ya The Sheltering Sky. La provocación y hasta la sugerencia morbosa hubiesen funcionado de modo maestro para decir o susurrar lo que no se dice. Pero el director ha escogido el camino más fácil.

En definitiva, narrativa y sintaxis perfecta para estos Soñadores, pero grandes prejuicios y un agotamiento autoral que da mucho que pensar en el mundo cinematográfico de hoy.

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