Wednesday, July 11, 2007
Desde el Führerbunker
Escrito desde el viento. Copiado en la lápida del héroe. Insuflado de aire de alturas, cobijado por el frío del hombre. El otro cantar, el flaco cantar de los dedos, de los pies, de las uñas y los huesos de cadáveres lavados. El cantar de los altavoces, la llamada al orden, los gritos de los niños, la panza del sol hundida en el borde del muro. La voz que ordena, clasifica, jerarquiza. El tiempo heroico y su luminoso uniforme, los elegantes edificios neoclásicos, novísimos, que aguardan a los hombres forjados en la belleza, en la pureza, en la definición. Las columnas dóricas arrasadas por humo negro, la cruz doblegada. La pluma de Speer y la insondable belleza maldita de Himmler. La locura de Goebbels, la elegancia astral de Goering y el Führer.
Escribirán las cenizas, escribirá la caída, escribirá el viento.
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2 comments:
Cóño. Acaso Riefenstahl tuvo algo que ver con esto?
Porque si no cómo explicas que los tipos responsables de tan horrendos horrores posean cierto fulgor de simetría cósmica, de belleza ultraterrena?
O es que al arte es inmoral, yo siempre sospecho.
Saludos,
D
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